En la serena y auspiciosa víspera del Buddha Purnima, un silencio sagrado descendió sobre la sagrada morada de Prashanti Nilayam mientras devotos de diversas partes del mundo y de todos los ámbitos de la vida, incluyendo venerables monjes budistas, se reunían en reverencia. La ocasión marcó la inauguración de una hermosa y serena estatua blanca de Buda cerca del Templo de Ganesh, dentro del ashram.
Cuando el sol se ocultaba en el horizonte y los tonos dorados daban paso a la radiante luna llena tras el Mangala Arati, el Fideicomisario Gerente de Sri Sathya Sai Central Trust, el Sr. RJ Rathnakar, junto con la Sra. Himavahini Rathnakar, oficiaron la inauguración de la estatua. La ceremonia contó con la presencia de varios coordinadores y funcionarios, quienes permanecieron en silencio, en asombro, mientras el Buda blanco, símbolo de la iluminación y la paz eterna, emergía bajo el resplandor de la luna.
Una suave brisa acarició a los presentes mientras los monjes comenzaban a cantar versos sagrados en pali; su recitación rítmica añadía una energía etérea al momento. El aire mismo parecía vibrar con santidad, como si la naturaleza misma se hubiera detenido a rendir homenaje. El suave resplandor de la luna se reflejaba en la superficie pulida de la estatua, amplificando su serena majestuosidad. En una impresionante ofrenda cultural, una compañía de tamborileros y bailarines tradicionales de Sri Lanka interpretó una fascinante y atlética serie de danzas ceremoniales. Sus ritmos vibrantes, sus acrobacias y sus radiantes expresiones añadieron vitalidad y alegría a la velada, provocando fuertes aplausos y admiración de todos los presentes.
Más temprano ese mismo día, se celebró un Satsang especial en el Centro de Convenciones Global Sai Hira, donde el Sr. Rathnakar se dirigió a los devotos y monjes reunidos. En una charla profundamente emotiva, compartió varias experiencias entrañables con Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, estableciendo profundos paralelismos entre la vida y las enseñanzas del Señor Buda y Bhagavan Baba. El mensaje fue claro e inspirador: de silencio interior, compasión y la urgente necesidad de que la humanidad despierte a verdades superiores.
